En febrero del 2013,convertimos en realidad un proyecto que se venia gestando entre tés, después de clase durante un par de años en la Euskal Etxea de Madrid.
Propuesta y dirigida por Natxo, durante 15 días la sala de exposiciones de la Euskal Etxea se convirtió en un refugio, donde la creación envolvía desde todos los ángulos al visitante y la
escultura, pintura, el video arte y los objetos encontrados contaban una historia común y sorprendente. Consiguiendo hilar un discurso que aunaba texturas y formas de entender la expresión muy
distanciadas en apariencia.
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